sábado, 9 de octubre de 2010

El oasis choni de Betancuria


Ficha técnica:

Nombre: Valtarajal

Atención al cliente: ** Ni fu ni fa

Comida: ** Ni fu ni fa

Precio: * Caciquil

Canariedad: * Caca de la Vaca

A lomos de camello avanzamos por las polvorientas y sirocadas veredas mahoreras. Traspusimos de Puerto Cabras en dirección al interior de la isla de las fuertes aventuras. El solajero imperaba castigando sin clemencia los inertes tinariwen* de la ínsula. La jaya apretaba el payo y se podría afirmar sin temor a equivocarnos que nos encontrábamos realmente esperecíos.  Aceleramos el paso hacia lo que se considera el primer poblado europeo en el país; Betancuria. Fundada en 1404 por el  gabacho Jean Bethencourt y del cual recibe su nombre, es el municipio menos poblado del Archipiélago. Sin embargo está situado en una de las zonas más verdes de Fuerteventura. Con apariencia de oasis en medio de áridos montes se nos presenta esta localidad mahorera que parece seguir viva gracias a la afluencia chonil diaria.  Por tanto a pesar de su belleza es el típico enclave turístico, así que igual no deberíamos hablar de él. Aunque chonismo aparte, el pueblo es un bonito caserío tradicional canario con sus albeadas casitas, gavias, palmerales, higueras, millo…y por supuesto ¡cabras! Vislumbramos el Museo Arqueológico insular donde solo si eres residente en Fuerteventura te libras de pagar los 2 euros. Lo que se traduce en que europeos varios que residen entran gratis y nosotros pagamos el tributo. Por el camino nos asaltan europeos perretas con su guineo de la pita savia, esa planta que llaman ellos Aloe Vera. Un ejemplo más de cómo hemos dejado que la plaga guirufa hippie se haga con el bisne. Pero vamos a echarnos un al buche ¡hágame el favor! ¿Qué nos ofrece este rincón de la patria nuestros exigentes paladares? Restaurantes que parecen salones del Salvaje Oeste no animan en demasía. Pero en fin, en este caso arriesgaremos, su carta en escritura guanche me animó.
Bar Restaurante Valtarajal

Cuando entré me extraño no ver al Sheriff y los de bonanza echándose unos whiskys en la barra, sería muy temprano aún. La comida, a diferencia de lo que uno esperaba; de la comida tradicional mahorera, tan solo el queso y papas aurragadas quedaban. El baifo, que parece que ahora se llama `cabrito´, ya nos enseñaron en la escuela que los canarios no hablamos diferente, sino mal. La comida la resumo; precios por las nubes, comida tradicional muy escasa y un ambiente totalmente eurofeo. Creemos que sería muy cruel describir cada plato de comida, ya que nos da realmente pena. ¿Lo mejor? El postre. Pues bien, ya sabemos un lugar donde más donde mandar a un godo cuando nos pregunte.

¿Fuerteventura o Creta?


Nos fuimos con muy mal sabor de boca hacia el mirador de Betancuria, donde podemos admirar dos estatuas muy curiosas. Las esculturas supuestamente representan a los dos antiguos líderes indígenas de la antigua Erbane; Ayose y Guise. Las esculturas fueron realizadas por un tal Emiliano Hernández. Amigo Emiliano, que seas colombiano y que la clase político-caciquil que impera en Canarias te haya seleccionado no te exime de documentarte un mínimo sobre los antiguos canarios. Tu desconocimiento no justifica que intentes reflejar tus tendencias sexuales en el monumento. Por si no lo sabías, ni Fuerteventura es una isla griega ni Ayose y Guise eran dos guerreros griegos de 300. Esa imagen del antiguo isleño en taparrabo yumbil y en bolas, con un cuerpazo de gimnasio es un topicazo que ya aburre. ¿Para que formamos investigadores canarios en nuestras universidades? Ya vemos que para engrosar las listas del paro. Es que claro, el turismo gay hay que ganarselo, aunque el coste sea defecar una bosta considerable sobre nuestros antepasados.  
"Nada como un buen trasero con tanga de cuero de cabra  para dignificar a nuestros antepasados"